Única foto de Bárcenas con alguien del PP que encontré en google
Cuando quisimos creer en la justicia tropezamos con
Gallardón y reclamando sanidad pública e universal con la sonrisa de cera de Ana
Mato, la ministra que costea sus viajes y fiestas a cargo de la gurtel. ¿Alguien
sabe quien es Morenés?, ¿algo que hayan hecho Fátima o Pastor o Soria?. A
Montoro le crecen más las orejas que a Pinocho la nariz cuando intenta,
todavía, hacerse el simpático. ¿Sigue siendo De Guindos el ministro de
economía?. Margallo, el eficiente, considera un problema lo que votaron los
italianos porque se salen de lo que presuponía el poder europeo que, en teoría,
vela por nosotros, italianos incluidos. Ignacio Wert no soporta la sombra de
Gabilondo. Cañete arreglará por fin lo de los chalets en primera línea de
playa, faltaría más. Díaz sigue persiguiendo a los asesinos de Carrero Blanco
en su afán de congratularse con el caudillo… No sé si me queda alguno… Si,
claro, Rajoy, el lector de guiones, el que no sabe si sube o baja, el
registrador de la propiedad, el mentiroso de los hilillos del Prestige, el fan
de la guerra de Bush en Irak, el del primo y el cambio climático, el chico para
todo, el presidente que no cumplió ni una sola de sus promesas electorales, el
del sentido común y las cosas en su sitio y el estado de los que saben estar,
de los que le viene de familia, que es lo que tiene que ser, el que nombró como
tesorero a Bárcenas…
La realidad no depende en lo más mínimo de lo que pensamos
de ella, va a su bola, ajena a nuestro decálogo de virtudes, de la honestidad
de cada uno, de la verdad para y con los demás, de la solidaridad con los
parias de la tierra… La realidad depende de Bárcenas, el senador que dejó su
escaño al estar imputado en el caso gurtel que pagaba las fiesta de Mato; Luís
el cabrón, consejero desde entonces del Partido Popular que le subió el sueldo
a Rajoy en lo más duro de la crisis. Bárcenas, el innombrable, quien maneja el
cotarro, el contable molesto…