nada grave

Si hay que comerse los marrones los prefiero de chocolate, y los días pirulís de caramelo envueltos en papel de estraza. Es el producto lo que tenemos alterado y, aún así, no da igual cómo vengan el resto de factores a rompernos el alma. Un poco de orden, por favor, los sentimientos de uno en uno para que nada parezca nada grave

detrás está el recuerdo

la memoria de nieve

el tiempo en que no estás

London

la negra

canción de las simples cosas

Como el amor cada vez que aparece, el otoño me remueve el armario, recupera sensaciones agradables que tenía en las perchas y que sientan tan bien como cuando eran nuevas. Volaron hoy los perros por laderas de olores y senderos, bajo abiertos castaños y robles viejos. Recordaron los pulmones mañanas aún más frescas, un poco más mojadas del poso de la noche, de la humedad amante de los bosques. Como rastros antiguos, la memoria me trajo momentos parecidos, en otros escenarios y por las mismas fechas, con idénticas ganas. Entre lo que yo amo, el paso de los años nunca encuentra resquicios que alimenten a su monotonía

Campobecerros/Condado

Capudres/Condado