21.11.12

deseo

















Tal vez  abra mañana la tienda de deseos y pueda robar una sonrisa, que pagarla no puedo. Una sonrisa abierta como la mano de Alberti cuando regresó a España y unos ojos despiertos, como los de Dolores, con una vida dentro. No sé bien porqué recuerdo esto. Seguramente las imágenes, como las canciones, las guardamos para recordarlas en momentos precisos. Hoy me has llamado para decirme que enormes bandadas de pájaros, al atardecer, cruzaban el cielo por los pasos de cebra de las nubes, sobre nuestra ciudad, y recobré una imagen: la mano abierta de Alberti después de mear en cada una de las calles de Roma y los ojos de Dolores, pequeñitos y agudos, puño en alto y una vida dentro pensándose en España… Los pájaros que cruzan y el exilio y aquel poema que escribí buscando los ecos familiares por la carretera hacia Girona, las largas colas, gente republicana hacia el exilio, mi madre, mis abuelos… Y en Colliure un ciprés y en el cielo los pájaros y en tu boca la sonrisa que robaré mañana. Mi único deseo.

3 comentarios:

  1. A mi la sonrisa cuando cantas siempre me las has robado :) Vete ensayando que nos vemos pronto. Bicos.

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  2. Anónimo21.11.12

    Voy a tomarme unos minutos para digerir el tono de nostalgia de estas líneas. No tardaré, ahora vuelvo. Minervina.

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  3. «...los ojos despiertos de Dolores con una vida dentro», mataram-me.

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