29.11.10
frío
27.11.10
cada vez que me llamas
En la noche, en la vigilia,
cuando los cuerpos recorren de memoria
las sombras del deseo,
suena mi nombre como un eco
al salir de tu boca,
como si me llamaras desde un lugar de olvido.
Me nombras y regreso como el mar
cada vez que me llamas.
18.11.10
paseo
Cada mañana, al escuchar el buenos días de mis perros, pienso en el otoño, en la vida pintada, tan llena de matices y colores. Pienso en la deseada y caliente luz del sol de mediodía. En que dos días más y será sábado... Pero no es así todo. Hace tiempo que la vida no me escribe, que se ha parado y no me atiende, hace tiempo que noto el torbellino, el todo acelerado, siento la piececita dentro del centrifugado imposible de parar. Y pienso en el otoño, en los colores y en la muerte que los produce, inundando nuestros ojos de belleza, circular, como los remolinos de hojas que se forman en el bosque esta tarde de miércoles mientras paseo con los perros. Recuerdo una película Paseo por el amor y la muerte y sigo caminando, hoy no vendrán los cómicos pero como sé lo que quieren decirme ya no me importa tanto, además, veo el mar, tranquilo, poallento, fantástico, creando historias sobre islas y miradas solitarias... He de volver a casa, se me cansan los ojos según se va la tarde y si no enciendo la luz de la ventana se borrará el camino. Alguien puede perderse.
10.11.10
la berenguela y ratzinguer
Nadie va a creerme, lo sé, pero lo cuento, como una ficción más, para entreteneros con esta irrealidad tan, así, como la vida, y... porque no me aguanto las ganas, también...
- 500 euros por veinticuatro horas escasas, ¿quien se apunta? hacen falta seguratas para la visita del Papa y ya no queda ni uno sin curro, la agencia -de un amigo- necesita tipos grandes y cara dura -risas-, para hacer que hacen durante más o menos veinticuatro horas, ¿qué?.
Todos fuimos, en realidad era un chollo en estos días de lunes al sol, te colocan un traje azul, botas, una porra, una pistola de fogueo, un walkitalki y pasas a formar parte de la seguridad del Papa, bueno, a dar el pego, porque el Papa, como es sabido, está en manos de Díos (aunque en la Xunta parece que no se fían tanto del personal divino como del humano). Y fuimos. Me toco vigilar que nadie entrara ni saliera (nadie es nadie ¡comprendes! me dijo el que hacía de jefe) de las alcantarillas que se extienden por debajo de la Praza do Obradoiro, nada, de cuando en cuando decir que todo bien, corto, por el walki... El día D en el momento en que las campanas empezaron a asonar en la plaza anunciando la visita del Santo Padre no pude quedarme quieto, y avance por debajo de aquellos pasadizos a modo de catacumbas hasta llegar a un recodo que estaba casi bajo el escenario por donde ya, veía llegar el séquito detrás del que, presumía, llegaría el mismísimo Papa. Entre las rejas de mi alcantarilla veía sotanas de colores y túnicas a ambos lados por lo que intuí que llegaba el Pontífice, vi primero su cara y sus manos palma con palma, su andar torpe y lento hacia mi posición vigilante, las campanas repicaban insistentes como un eco por toda la plaza, yo pense, no sé por qué, en los badajos golpeando contra el metal, tolón, tolón, con mucha fuerza, ¿no sé por qué? ¡Díos, el santísimo y toda su familia, hostia, hostia, hostia! ¿no van en pelotas bajo la sotana? ¡increíble! y yo allí justo en el medio, pasmado, mirando aquel desfile de testículos y pollas colgando al son de la Berenguela (sin preservativos siquiera, como bailando)... Juro que fue cierto y, si no, que venga Díos y lo vea, iban en pelota picada bajo las faldas de colores, ni siquiera pude saber cual de aquellos era el Sumo Pontífice... ¿Por qué tuvo que tocarme a mi vigilar tan bajas partes? ¡Maldición!
7.11.10
invitación
Como las paredes de mi casa: blancas, con ganas de colgarme algún dibujo, una foto o una larga carta donde dejarme la mitad del alma. Amanece y la luz recorre pasillos y paredes, acaricia mi cara -buenos días- como dedos repartiendo calor, un tacto suave sobre la piel que despereza la mañana. No sé si esta era la casa de mis sueños pero aquí estoy y no creo que sea una sentencia porque espero visitas, un dibujo, fotos o largas cartas donde dejarme la mitad del alma
tiritas
tiritas
6.11.10
cortejo
¡Ya viene el cortejo! ¡Ya viene el cortejo!
Ya se oyen los claros clarines
¡La espada se anuncia con vivo reflejo; ya viene, oro y hierro, el cortejo de los paladines!
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