He llevado madera hasta la isla.
Ahora veo que el fuego
también se muere dentro del mar que atravesaba.
Lo que mis dedos tocaron ya no está,
no voy a preguntar qué deseabas
mientras la noche ardía dentro de cada hoguera.
El deseo me desgasta las manos.
...todavia sigues con manos, bueno, desgastadas...
ResponderEliminarHay los que ni manos tienen ja, a causas de por los mismos S. Juans...