17.1.10

domingo todo el día


Domingos les llaman a estos días que no tienen veinticuatro. Las horas, tantas veces cariñosas, se sienten evasivas, insolidarias, egoístas, se vienen o se van, como las olas, alargándose o acortándose cuando les apetece: el mar sigue siendo el mar sin olas -dicen ellas- pero el tiempo, ¿qué es del tiempo sin horas?. He intentado hacerlas puré en la batidora, pasarlas por el chino... Y me da, que es el ritmo de las canciones elegidas el que se agarra a las agujas del tiempo con un poco de envidia retrasando las horas...
Quiere salir mi voz a cantar / que es el hecho el que pregona / no el hablar / Si amamos el viento que nos trae la palabra / nunca se irá este silencio de amarse / No sé si es verdad cuando dices que me amas / sé lo bien que le sabe a mi cuerpo cuando siento tus manos / Y con esta Jota quiero cantar / ser la voz que te llevará el viento / y un abrazo como grito de amor

7 comentarios:

  1. Y, a veces, el tiempo también da alegrías.

    ResponderEliminar
  2. Con cancións, con lecturas, cada quen estrica as horas como pode ou sabe; ou renegando encólleas, fechando os sentidos. Está, parece, un inverno florido, de flores negras, que tamén son flores.

    ResponderEliminar
  3. Pues dile al racimo que espere.

    ResponderEliminar
  4. A modo, que asustas aos gatos.

    ResponderEliminar
  5. Por fin es lunes (lo mío es grave).

    ResponderEliminar
  6. ... Es que ese estado que nos mantiene en constante "inacción" no es nada bueno. No siempre, pero a veces es preferible que los días venga ya rellenados de fábrica y sin sobresaltos... Este corazón...

    ResponderEliminar

                       De mi Banco de...              Para que no me olvi...              De Pancho Salmerón           ...