O 2010 comenza bárbaro, dous modems fodidos pola tormenta e tres días sen net, ata tiven que voltar a ler: Llamazares e Circe ou o Pracer do Azul. Un pouco de luz:
Atrás quedó, allá, en la alta montaña, cerrada a cal y canto igual que mi memoria, a merced de la nieve, el tiempo, los recuerdos.
Atrás quedó, allá, en la alta montaña, cerrada a cal y canto igual que mi memoria, a merced de la nieve, el tiempo, los recuerdos.
Atrás volvió a quedar igual que cada año cuando el otoño llega al valle del olvido y el silencio se espesa como una larga sombra sobre las viejas casas del pueblo abandonado.
Atrás volvió a quedar igual que cada año, cerrada a cal y canto igual que su memoria, esperando a que un día, definitivamente, se cierre para siempre como mi corazón.
Julio Llamazares
A mí se me fastidió el router, y el nuevo me brinda unos placeres más bien intermitentes que no sabría cómo catalogar.
ResponderEliminarAy, Condado.
Que deprimente el Llamazares ese. Aun queda mucho pomodoro por cocinar...
ResponderEliminarÉ, também achei esse trecho deprimente, embora com o tal toque de poesia...
ResponderEliminarMas as pessoas habituam-se à net, é quase um vício, ficam mesmo meio deprimidas quando ela falha... :)
Beijocas e Bom Ano para ti (bastante melhor que esse começo aziago)!
¿Que os parece deprimente, que un día se cierre definitivamente vuestro corazón, que los pueblos se deshabiten, o que al no poder remediarlo se os llene de ternura el corazón?...
ResponderEliminarEu quedo con Llamazares e aínda me pareceu alegre dentro desta depresión (ímoslle chamar tristeza, que depresión é asunto serio) miña.
ResponderEliminarO viño este non está mal. Espero que o desta noite (pero se xa é noite!) estea á altura.
Parei nos 'dous modems fodidos...!'
ResponderEliminarFoi uma tragédia, de facto, companheiro!