Recorrimos espacios románticos buscando sensaciones libertarias envueltos siempre en negra melancolía, hace ya mucho tiempo. Al cabo, nada apenas, alguna certeza de refugios sin demasiado tránsito y algunas sombras. Lo reconoceréis sensual, siempre a la entrada de lo perverso ejerciendo de voyeur y persiguiendo mitos por tierra y mar, que está lejos de las alas aunque le guste el cine con pasión. En los 90 quedamos para el 2000 en un bar de la rúa real, sobre el puerto de Vigo, pero no vino. A unos puede el pasado y a otros el presente. Hace años que rebusca entre músicas metido en una bañera de olores mediterráneos con la intención de sentirse un poco más de alguna parte, debe ser cosa de la edad, ya se le pasará, hay demasiados mares para quien no es de parte alguna.
Hoy ha cambiado de trabajo (a su padre no le hubiera gustado dejar de escucharlo por la radio). Ojalá que el viaje le sea propicio y los dioses favorezcan el velamen de su velero... (cantaré la canción de Llach con albariño de Fontiala y los ojos sobre Portugal.
Apúntome á canción de Llach e os ollos sobre a outra marxe, pero se non é moito pedir, o veleno que sexa tinto.
ResponderEliminarDemasiada velocidade
ResponderEliminarCoñecín o tipo do que falas. Atoupeino o outro dia facendo autostop caminho do sul.
ResponderEliminarOs seus cabelos plateáronse
e perdèronse sen sementes,
Marchaba callado,
mirando o horizonte,
como si o único diálogo interesante
fora o de dentro
e como si tras a seguinte esquina
ainda poidera encontrar
o secreto dos homes.
(A Xulia)