1.4.08

Douro




Dibujamos el esquema a escala de una canoa, creo que lo sacáramos de la revista Integral. Recuerdo algunas tardes en el desván de la casa de Montecelo, pliegos de papel de envolver y medidas de cuya exactitud nunca dudamos. No llegamos a construirla en madera, no por falta de sueños sino de tiempo. Pensábamos bajar el Duero desde su nacimiento hasta Porto.

Este verano navegué el Douro en Freixo de Espada a Cinta, no fue más que un reflejo distorsionado de aquel otro viaje que como tantas cosas no llegas a hacer nunca pero que se te han metido en un bolsillo interior de la chaqueta que ya no te pones pero que te niegas a tirar. Un día de estos llamo a Pascual.

2 comentarios:

  1. Ui, vou revisitar esa travesía feita hai mil anos pola estrada que ningún indíxena aconsellaba, devagariño, sobre a burra, que auga debe de ir fría.

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  2. En realidade a disculpa era que un río de tan bo viño en tanto camiño tiña que, por forza, ser acolledor nunha viaxe con paradas (e sin controles de alcoholemia). Sigo pensando que é máis interesante que o camiño de Santiago. Seguro que atopabamos guías varios, xeógrafos, enólogos, periodistas, médicos... Un mar de xente

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