21.9.15

auto


















Me he comprado una vida y no doy hecho: el foco anda y desanda al intentar poner el número de años; la tarjeta tiene un límite de tiempo tan escaso que me hace repensar si en verdad tiene uso; hay una aplicación que profundiza el horizonte de recuerdos casi ilimitada y con tantos modos de visión, en tantas pantallas, que no salgo de casa (en esto se deben gastar los megapíxeles)... Que cumpla con los cánones de calidad europea no sé a qué se refiere y en todos los ordenes tampoco... Hay un botón enormemente verde, en el lado derecho, que pone auto y que voy a pulsar, creo que lo merezco, no sé si más o menos que otros, pero a mi el sacrificio realizado hasta ahora me parece excesivo, tengo la voz cansada, y los pies. Imagino así a Tsipras estos últimos días, con su tarjeta en el bolsillo y al final también: auto... La vida de corrido, sin nada que pensar, en automático, hasta hacer polvo el límite

No hay comentarios:

Publicar un comentario

                       De mi Banco de...              Para que no me olvi...              De Pancho Salmerón           ...