No me acordaba de esta lluvia, su persistencia, su carga de razones empapando hasta el aire que escondemos para las emergencias. El aire y el ambiente. Todo llueve por aquí. Humedad y frío y una obsesión de sur al rebuscar entre las cosas un poquito de luz, algo a que agarrarse... Mientras tanto escuchamos lo que nos dicen, lo que decimos, como a través de un tubo que amplifica nuestro eco, porque todo es mentira y cada vez más profunda la caverna de la que, sin darnos cuenta, no queremos salir, la que nos protege... Nos gusta el entretiempo, el vermú, la vida como un chat, la transición, nos besamos en las esquinas de la boca para no correr riesgo de contagio, nos llega con los titulares, las promesas se convierte en caminos hacia ningún lugar, nadie se cree nada, se nos acaba el aire, todo son emergencias... Y esta humedad que se lo come todo poco a poco sin que nos demos cuenta
Tal vez deberíamos dejarnos besar en condiciones, contagiarnos de verdad y vacunarnos contra todo loa que nos duela... tal vez tengamos miedo, al ser el primero, al salir de nuestra rutina... Y no me jodas hablandome de húmedad a mi!
ResponderEliminarNi quito ni añado nada a lo que dices, Condado : es justamente todo lo que cabe decir.
ResponderEliminarDentro de pocos días, estaré yo también metida en humedades puesto que me voy a mis Asturias del alma. A ver si os organizo una "espicha" de las buenas y olvidamos que "todo es mentira" y encontramos algo a qué agarrarnos con fuerza. Un besín, como decimos en "la mi tierrina" Minervina.