31.5.12

informes
















Amores imposibles, pensaba. Los árboles de las grandes hojas de luz y de los verdes vuelos velados por el leve amarillo de la melancolía -los álamos- y yo, estábamos separados por un espacio de hipersensibilidad que producía, en mi, síntomas característicos de... Alergia! Si, amores imposibles (hasta el otoño al menos). Hoy, un exhaustivo informe sobre alérgenos en la capital del reino me ha reconciliado con mi árbol preferido: lo que me da en la nariz esta suerte de explosiones convulsas esté donde esté -no gracias, estoy bien, es alergia- es polen de olivos. Vaya... Porque también me gustan los olivos, mucho, y más las aceitunas... Y la vida, al menos tal como la entendemos, no sería lo mismo sin aceite de oliva... Sin viajes a Murça, ni a Valpaços, ni a Córdoba... Mañana voy a la farmacia, me empastillo y me olvido, aunque después me quede adormecido, suspendido en el aire como un pájaro, melancólico... Sin acordarme de la tristeza -o si- al ver mover los álamos... Acabaré en Alaska

4 comentarios:

  1. Ponte bueno pronto... en Alaska igual también estás mal tú no sabes que también hay gente con alergía al frio?.... Besotes

    ResponderEliminar
  2. Hay que frenar la histamina, esa loca...!

    ResponderEliminar
  3. Anónimo1.6.12

    Hola, Condado. Recién llegada de "la mi Asturias" te leo y pienso que menos mal que no sufrí nunca alergias de las que impone la Naturaleza. Las mías no se arreglan con ir a la farmacia ; son de las que te acompañan hasta que te vayas al otro mundo y tienen mucho que ver con determinadas personas y sus actitudes.
    El amarillo de esas hojas es bien bonito. Minervina.

    ResponderEliminar

                       De mi Banco de...              Para que no me olvi...              De Pancho Salmerón           ...