A los años que están por venir les llueven proyectos que si los sumáramos y dividiéramos por cinco o seis nos daría un número bastante aproximado de los habitantes que vivimos en el lado iluminado del mundo (me refiero a la luz eléctrica, Jonas)... Pide un deseo -me dijeron- y yo pedí un olor, un perfume con el que despertar cada mañana, un aroma que tengo perdido este año por la manía de coser los nervios de las crisis al tabaco, una fragancia fresca a la que abrazarme al dar la vuelta entre las sábanas... ¿Pero cual?... Y lo dije y no debí decirlo, pues la imaginación no es para los que piensan que la felicidad es igual más o menos a la prima de riesgo... Tengo la habitación llena de botes de marcas diferentes con idéntico aroma que saldrán un día de estos volando por la ventana, más que nada por hacer sitio, no vaya a ser que también se cumpla el otro, el deseo que no dije...
¡Menudos días! Estas navidades tapan más asuntos que la Santa Madre Iglesia, nadie habla de la subida de pensiones prometida por Rajoy (si usted cobraba seiscientos de pensión ¡enhorabuena! le suben seis); ni de la llegada a la alcaldía de la señora Aznar (¿se acuerdan de que Gallardón no le dejaron ser ministro antes? Pues ahora si, casualidad, aunque no sé si le va a compensar ese ministerio de justicia con perder la alcaldía de la capital del Reino); ni de los sueldos en el congelador (esto también lo había prometido, ¿o no?)... Y mientras seguimos esperando a Gürtel, a Camps, a Urdangarín, la guerra abierta contra la SGAE y Sinde se acaba porque el ministro Wert afirmó, sin que nadie diga ni pío, que será implacable contra las descargas... Bien se ve que el gobierno ponderadamente moderado del obediente Rajoy va por buen camino y que le saldrán las cuentas cuadraditas (al fin y al cabo es fácil nos quita a cada uno la parte proporcional). Solo falta ahora ver si la prima de riesgo puede abortar o no y si mi marido, después de descasarnos, volverá a ser mi amante (eso será excitante)... Pero vienen los reyes (¿cuanto cobrarán estos?)...
¡Que seais felices! (los que podais)
Tudo o que dissermos durante este ano,terá sempre um 'olor' a déjà-vu
ResponderEliminarPorém, os povos são estúpidos e brutos por natureza (e não tão espertos como por aí se pinta), pois demoram séculos a descobrir quem são as verdadeiras mães dos políticos que por aqui andam há décadas a tratar das suas vidinhas e cagando nos povos, sejam eles brancos ou pretos...
Por isso, reclamar politicamente, hoje, é como ladrar à lua; porque os governantes nunca mudam, apenas se revezam entre uns e outros, entre os filhos de umas mães e os filhos de outras, mais ou menos iguais...
Eis porque já falo em bombas e granadas há muitos anos...
E em atentados...
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PS: felizmente que para não me sentir sozinho neste radicalismo, os Islandeses me vieram dar razão.~
Viva o povo islandês!
Quem é amiguinho, hein?
ResponderEliminar:)