21.11.11

Uff

No hay porqué deprimirse. He decidido hacer miles de cosas en el tiempo de esta tierra de campos que tengo por delante. Por ejemplo invertir en mi cuerpo, moldearlo, con dos cafés con leche y sus galletas, el pescadito frito y las patatas paja en bol de ikea para las entrehoras que paso aquí sentado, la cerveza, de lata, y relajar la vista al ver por la ventana como no cesan en su empeño consumista los coches. en pocos días mediré por centímetros mi sentar de cabeza. Después, y sin esfuerzo, los botones del final de la camisa medirán la presión que ejercerá en mi vida la determinación con que comienzo en este nuevo ciclo... Y fumar, claro, cigarrillos y puros, de esos que hacen con manos pequeñitas y artesanas desde el tercero o cuarto para este primer mundo que me ha tocado en suerte... La corbata, con puntos blancos de gaviota sobre el azul del cielo; la chaqueta cruzada, con ese azul oscuro casi negro igual que el pantalón, los calcetines y el brillo de los zapatos castellanos... Y esa obsesión hortera por los combinados, que el malta seco queda un poco remolón y antiguo… No hay porqué deprimirse, es cruzar el umbral (como don Paco) y ver la luz a través de los claros titulares de Pedrojota. Todo me vendrá dado, no hay problema, es cuestión de adaptarse

3 comentarios:

  1. Pois nada. O primeiro vaia de compras por Serrano e revelle o gardarroupas. Eu voume cos repolos.

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  2. Adaptado ou não, aí os tens, vestidos de fraque a cobrarem-te impostos rectroactivamente.
    Era de esperar tal cenário...

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                       De mi Banco de...              Para que no me olvi...              De Pancho Salmerón           ...