21.5.11

indignación


Algo hemos hecho mal, eso está claro, con treinta años yo ya tenía dos hijos y un trabajo estable y ahora siento que jamás seré abuelo, que mis teorías solidarias e izquierdosas me han convertido en funcionario del bienestar con cuenta en una ONG, en un resignado que no renueva el fondo de armario para no tocar ni una sola de sus creencias... Me llama desde Sol, desde la patria de la indignación... Me tranquiliza: no, no es eso papá, es que hay que renovarlo todo, no podemos conformarnos, tú me lo has dicho siempre... Ha aprendido a taparse del sol sin necesidad de mi sombra (y no me acostumbro)... Universidad, un Master, algún viaje, pasiones, desengaños... Es mucho mejor de lo que yo soñaba por no ser, justamente, lo que yo pretendía. Su responsabilidad la obliga con casi treinta años a no pensar en una casa en el campo o un apartamento en la ciudad en que vive y, no lo hace pero, sé que sueña con paseos por la orilla del río agarrando la mano de su hija (tampoco me acostumbro)... Algo hemos hecho mal... O tal vez bien...

3 comentarios:

  1. Lo hemos hecho de maravilla, a la vista está.

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  2. Não, apenas abusamos num tal usufruto do que fizemos.
    Abusofruímos, a bem dizer...

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  3. A ver qué pasa cuando baje el telón Ella, y llegue la hora de comer... Um, no estoy muy optimista, no.

    Si Jonas, es justo eso, no éramos dueños de nada, ni de la lluvia... Ahora todo está en las mismas manos, ya tenemos un poco más de razón.

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                       De mi Banco de...              Para que no me olvi...              De Pancho Salmerón           ...