Hemos visto estos meses a militares que defienden al pueblo de su dictador, dictadores lanzando proclamas estúpidas y viejas, o concediendo-se entrevistas en las que son ellos los que preguntan, multitudes descontentas y activas llenando las plazas, sueños armados de valor, mucha épica, ha sido hermoso... Y nosotros como espectadores viéndolo todo en blanco y negro, como en un cine de barrio, sin saber si es el nodo de una película antigua, una de árabes... Ahora Japón lo vemos en pantalla de plasma y millones de colores porque es la visión del futuro, la tecnología más avanzada y deseada, el sourround y la imagen tridimensional saltando las barreras de nuestra imaginación, la ola de Clint Eastwood saliendo de la pantalla y anegando la sala, rompiéndola, arrastrando todo a su paso sin que nadie se explique cómo salió de allí... Ya viene, en esta sesión continua, la última de Mad Max... y sin pantalla.
E veñen sobre todo (por riba de todo) os números, as estatísticas e os tantos por centos.
ResponderEliminarSi, eu non sei de economía, pero que o estado da bolsa nipona sexa noticia estes días cabrea un pouco
ResponderEliminarEu falaba de mortos. Feridos. De corpo ou alma. Quizais porque tampouco sei de economía (nin da miña).
ResponderEliminarEsta vez, en lugar de Truman contra el Imperio japonés ha sido la placa del Pacífico contra la placa Norteamericana ¿más de lo mismo?, no sé, no sé...
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