3.7.10

suerte




Siempre he tenido suerte, siempre una voz me habló para que al fin las cosas no me fueran tan mal. Suerte, si. Sin embargo nunca me aplaude el patio de butacas, se queda como mudo, como inerte.... Yo, por ejemplo, digo:

... Y ya me ves, paseando por la vida como un funambulista, huérfano de sensaciones, cojo, mientras espero una señal desde el fondo del escenario que me invite a seguir, que me avise que por fin has llegado, que ha acabado la función por esta noche, que he sumado otro día...

Ayer me he dado cuenta, el silencio no aplaude, eso es lo que me pasa, que actúo en escenarios totalmente vacíos, que la luz en los ojos no hace sino ecoar las voces que me habitan... Y entonces decidí salir afuera, dejar el teatrillo de ensayos y promesas y salir a la vida... pero -siempre hay un pero- el silencio no aplaude y la gente en la calle, por lo que me parece, está más preocupada de sus cosas que de las cosas mías, así que, vuelvo adentro, al jardín de Mister Chance, a perseguir la liebre que siempre va con prisas, a ser el girasol que, ciego, no persigue la luz que le da vida, a confiar que la suerte no me deje salir nunca más de este teatro de ensayos y promesas, a sentir que el silencio, como siempre, no aplauda...

2 comentarios:

  1. Os escenarios non están baleiros, son as butacas as que están ás escuras e en silencio.

    ResponderEliminar

                       De mi Banco de...              Para que no me olvi...              De Pancho Salmerón           ...