Noté un viento con peso debajo de mis alas cuando las estiré con el primer bostezo. Abajo, donde siempre, seguía aquella sensación que excitaba mis sentidos, como un mapa. Volví a estirarme todo lo que pude. El viento, suavemente, me levantó en el aire y dejé que me llevara (al infinito quizá) sobrevolando sin esfuerzo mi primera visión, mi territorio, flotando sobre aquella inmensidad de verde y río, feliz como un día de reyes, sin sentir ni el vacío ni el vértigo soñados, sin peso, dejándome llevar siguiendo el río, bajando hacia las islas, elevándome, alimentándome a través de los ojos... Bueno... Prácticas, nada más, es que vienen los ángeles a verme y hay que estar preparado. Solo eso.
Paréceme que ti fas moitas prácticas...
ResponderEliminarTi por se acaso leva manguitos.
ResponderEliminarO velho sonho humano de voar desde o alto das montanhas, descendo para o arvoredo e os rios...
ResponderEliminarAsa delta, já pensaste?! :)
Beijocas!
Como primeiro anjo a visitar-te, digo: PRESENTE!
ResponderEliminar;)