Xavier Pousa
Ayer cayeron las primeras lampreas. Casi quinientos años sentados a la mesa probando el anguilacho, porque vino mi abuela con sus noventa y tantos. Mi sobrina de doce escuchó atentamente historias de posguerra que salieron al caso, pues los setenta y tantos de mi padre se acordaron del tiempo en que escaparon por campos y callejas desde Cabral a casa, hasta San Roque, y como había ayudado a su padre y su madre a esconder discos, libros y otras cosas en una oscura caja que enterraron debajo de la caseta de Moro, su perro también negro, como la caja y como el agujero y el tiempo aquel, tan lejos… Los veintitantos de mi hija quisieron aprender a preparar el bicho y un poco me ayudó con la sal y los limos y las aguas calientes y, menos, con la tripa y la sangre y el vinagre y el vino, la pimienta y el clavo. Fue un domingo perfecto de sol y primavera, nos tomamos un vino del condado sentados en el banco de afuera, jugamos con los perros y después de comer cruzamos sobre el río que trajo las lampreas y paseamos curiosos la feria de Cerveira… Hay un tiempo -en el medio de todos esos días que traducen relojes, horas, cosas- que no es del porvenir, ni del ayer, del hoy o de la historia, es el tiempo de la pausa, el tiempo detenido, el que produce, con certeza, la saudade, ese clic al que vuelves cuando quieres, siempre que lo precisas… Creo que ya lo dije, un domingo perfecto de sol y primavera
Unha desas lampreas tivo que viaxar hoxe na miña moto...
ResponderEliminarUm Domingo lindo e primaveril, histórias de outras eras, uma reunião familiar e um passeio - até aqui tudo soa perfeito!
ResponderEliminarJá a lampreia, pois, só de olhar para a "cara" da bicha não dá muita vontade de experimentar. E todos que conheço ou amam ou odeiam... não há meio termo! Quem sabe se um dia destes ainda experimento?!
Beijocas!
Amam ou odeiam... Só porque não provaram a lampreia que eu preparo Teté. Mas tens de subir ao norte para isto...(^_^)
ResponderEliminarPois, Teté, tens o gosto de conhecer um meio termo: eu. Nem amo nem odeio. Como se há que comer mas não dou um passo por ela... (`_^)
ResponderEliminarE a do Condado pode-se comer.