7.6.11

alentejo






Me impresionó la longitud del puente sobre el Tejo lisboeta, quien lo diseñó tuvo en cuenta el tiempo preciso para el tránsito entre el norte y el sur, yo lo noté, que el alma ama los lugares de dónde no quiere irse y le cuesta arrastrarme, devolverme, regresarme, y la verdad, no sé porqué se empeña, que me gusta el calor...

Hace tiempo que tenía intención de recorrer trocitos de canciones que retenía en la memoria bajo un nombre que estaba más allá del Tejo. Soñaba con un visir de Odemira, con Odeceixe, Praia das Furnas, Porto Covo, Zambujeira... A parte de unos quesos, unos vinos y un sombrero, no me he traído nada que no llevara puesto, aunque, eso si, todo lo traigo un poco más maduro. 

Y juro que me muero por volver ahora que he vuelto.


6 comentarios:

  1. Me ha sacado usted un ratito de estas cuatro paredes, agradecida :)

    ResponderEliminar
  2. Pues nada de despistarse que queda un casi ná :)

    ResponderEliminar
  3. Menos mal que el alma nos lo ha regresado, al menos por un tiempo.

    ResponderEliminar
  4. Após ouvir este Eduardo Galeano - meu irmão gémeo - só tinha uma única atitude a tomar: encerrar o blog.
    Ouve-lo tu também, e diz-me se esse meu acto não foi coerente.
    Abraço.


    http://youtu.be/mdY64TdriJk

    ResponderEliminar
  5. Maravilloso Galeano que invita a seguir soñando, trabajando, expresando y buscando dentro de esa barriga al otro mundo posible. Pero no, con cerrar blogs no estoy de acuerdo y menos el tuyo, que "de vez en cuando, solo de vez en cuando, da un guiño al sol"... Así que ya sabes, vuela (o posibilita nuestro vuelo) y sigue enviando cosas como esta o como todas las que envías al correo interior (ves? interior, como la barriga). Un abrazo y muchas gracias por este regalo que reenviaré a mi hija, filósofa también y admiradora de Galeano (aunque no sé en qué plaza andará ahora)
    Un abrazo

    ResponderEliminar
  6. Há sempre um (Semprún) que morre!

    ResponderEliminar

                       De mi Banco de...              Para que no me olvi...              De Pancho Salmerón           ...