Estuve a punto de perder la vida varias veces, nací asfixiado y me salvó la moto de mi abuelo, un amigo y una botella de oxígeno. A los tres años decidí dejarlo otra vez pero, quiso mi madre que siguiera a su lado. A los dieciséis con la moto, a los diecisiete por una pastilla, a los veinte me sacaron muerto de un lago mis amigos, sus golpes en el pecho y el roce de sus labios me hicieron regresar. Desde entonces, un poco más humilde, establecí conmigo un acuerdo que cumplo y, para no molestar, no he muerto más en público -me da mucha vergüenza- las veces que la vida me quita lo que quiero voy muriendo por dentro, a trozos, sumando eso que normalmente llaman años. A mi edad, si lo pienso, todo es un por morir o un dejarse salvar y, la vida, este tiempo que tardo en elegir qué quiero que me salve, por quién voy a morirme…
este tiempo que tardo en elegir qué quiero que me salve, por quién voy a morirme… ... qué jodidamente bonito.
ResponderEliminarCasi me muero a los 24. Pero ahí estaba el cinturón. Y supongo que tres pares de cosas más.
Huy, mire, es que estoy terminando "A dos metros bajo tierra", y tengo la tarde tocada :)
Firmaba yo por los dos metros Ra, agradecido, cualquier día veo un poco de tv ya que usted me lo dice...
ResponderEliminarCreo que hace un año y tres meses que no veo la tele, pero internet es un cajón de-sastre, Condado :)
ResponderEliminarAinda mais bonito que o anterior.
ResponderEliminarNo meu caso, tamén hai momentos nos que um quereria morrer um pouco... (Ai, ai, que estas cousas nom se devem dizer que som de mal agoiro.)
Xa terá tempo para o recordo QB, máis non esqueza... No esperem que l'arbre done el fruit s'en se podar... O algo así.
ResponderEliminarA estas alturas de mi vida, solo queda vivir. Aún te queda mucho que cantar... y muchos cortos que filmar.
ResponderEliminar... Cosa que más me moleste que me quieran los jatos... :D
ResponderEliminarMelhor nom/tampouco pensar no recordo.
ResponderEliminar... Horas que regresan como perros a ladrar las distancias desde mi corazón...
ResponderEliminarA este verán, eu xa avisei, se lle caen as cores QB
Nunca estive perto de morrer, nem sequer de desmaiar.
ResponderEliminarMas já vi o meu pai morrer bem próximo de mim, o meu cunhado também esteve perto disso (mas felizmente os paramédicos salvaram-no a tempo), desmaios do meu marido e da minha mãe. E uma coisa te digo: são momentos de aflição, que não desejo a ninguém!
Concordo que ao longo dos anos vamos morrendo um pouco por dentro, à medida que aqueles que amamos vão partindo, que nos cansamos de ver tanta injustiça e crueldade neste mundo...
Beijocas!
...y para vivir un año hay que morirse muchas veces mucho... y tú cuantos llevas ya? ;) Yo puedo seguir, voy descubriendo como el corazón crece con tantos retales y la sangre, aunque más despacio, limpia las venas con fuerza!
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