16.4.15

abril


















El beso y el abrazo de una abuela, es abril…

Llegará abril sabiendo dónde duermen todas las lunas blancas, tirando con la izquierda del arranque de un 2cv rojo, trazando límites clarísimos con varas de negrillo, comiendo pollo asado y vino verde, escuchando y cantando las canciones del sur de los sentidos. Justamente en abril, alrededor del alma de los poquitos días que nunca hemos juntado. Ya lo he dicho, que para mi los años comienzan en abril, así que, espero…

… Revisando tropecé con este texto y sus contestaciones. Abrí uno por uno los blogs actualizados, los que hace unos años abría al menos una vez cada día y que ahora están muertos o moribundos… Ella sigue buscando desde enero a poetas que bailan en inéditos pentagramas y entre subir que bajar teclas los recita y los canta… Jonás sigue metido en la barriga de su ballena preferida, haciéndose a su vientre y observándonos a través del agujero… Sara Jes es una enorme fotógrafa creativa sin tiempo de blogadas… Laqueue Bleue con la cara hecha un cristo desde agosto por culpa de unas cremas antiarrugas… La señorita Ra, crítica literaria, tampoco tiene tiempo, aunque su corazón le obliga a no olvidarse del origen del todo y hace unos días nos recordó que abril está en las inmediaciones de uno mismo… Sun Iou Miou, la gran trabajadora, poeta y buscadora infatigable de poetas, ha dejado tanto trabajo en los cinco blogs que mantiene abiertos que aunque ya escriba poco es el buen prado donde andar al rebusco que algo siempre aparece… Berlanga me recordó que el silencio que necesitamos para poder escribir no existe. Deambulamos entre cosas rotas queridas y, entre espinas que lastiman, recogemos frutos de aquel parecido sabor (J.M.Inchauspe), para animarme a continuar, pero a él tengo que buscarlo en Página 12, menos mal… A mi Sidrina la busco también en revistas que buscan escritores… Y los anónimos y tantos que la memoria y el tiempo se han encargado de borrar casi… Y yo, que más de una vez también he puesto candado al quiosco…

Todo negro, como en la canción, el tedio, el horror, el final del río, todo resbala y nada crece sumergido entre aguas un día tan inquietas. O si, que quien sube los ríos sabe en dónde se esconden los mirlos blancos…


Nada más, achaque de nostalgia… Y en abril un abrazo y una canción

No hay comentarios:

Publicar un comentario

                       De mi Banco de...              Para que no me olvi...              De Pancho Salmerón           ...