17.7.16

Cuadernillo de vacaciones: dejarse llevar



Si pudiese cerrar por vacaciones echaría el cerrojo a la vida ahora mismo y abriría en otoño. Ni siquiera al clareo la dejaría hoy. Rebusco entre corrientes el poco aire que queda y preparo una jarra de agua con limón, sin hielo, si, sin hielo, que deseo la falta de contrastes, el transcurrir sin más, caminar por donde no haga sombra y robarle a mi perro el rincón más sombrío de la casa... Sin duda es el verano, que a pesar de agoreros cambio-climáticos-pensamientos se ha instalado en mi país, en mi casa, en mi cerebro, en el vaso de limonada, en el aburrimiento del desvelo pero no abro los ojos, en escuchar la radio por fresquera y no coger el teléfono por si me jode el día, en dar las horas perdidas por ganadas y todo ji-pi-pi como en guaytisguay entre sueño y sueñecito hasta el otoño, que todo vaya pasando, que no estamos para golpes estos días, que hasta las alpargatas le sobran a la vida a este lado del mundo que gira y gira, y ya puestos en que no va a parar podía ir un poco más rápido, acortar algunas estaciones, un poquito más AVE y no tan camión, qué barbaridad los camiones, y los fusiles, los tanques, los aviones, las guerras, que cerrara todo por vacaciones y en vez de pensar, dejarse llevar como un albatros o ubuntear hasta que llegue el fresco...

                       De mi Banco de...              Para que no me olvi...              De Pancho Salmerón           ...